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HOY PRESENTAMOS LA OBRA "EL NAZI OLVIDADO" DE FRANCISCO VERA PUIG

BIOGRAFÍA, ENLACES DE INTERÉS Y RESEÑA

Hoy tengo el inmenso placer de presentar una obra que me ha cautivado y que recomiendo de forma efusiva. "El nazi olvidado" es un homenaje a todos aquellos homosexuales que fueron represaliados y asesinados durante el nazismo pero además, un canto a la vida, a la esperanza, a la lucha y a la libertad individual y colectiva. Una obra absolutamente recomendable que puede encontrarse en cualquier librería de España. NO TE LA PIERDAS PUES ES UNA JOYA!!!


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BIOGRAFÍA: Francisco Vera Puig nace en Valencia en 1979. En su niñez recibe un regalo en forma de libro: una publicación con fotografías de obras de Picasso. Apasionado del arte, a raíz de aquel presente empieza a dibujar y a pintar al óleo. Esta pasión le lleva a cumplir su sueño en 2009, cuando realiza una exposición en Nueva York. En el otoño de 2018, tras varios episodios continuados de insomnio, comenzó a leer temas aleatorios en internet durante aquellas largas madrugadas. Hasta que se topó con un dato de la Segunda Guerra Mundial que le asombró sobremanera: el porcentaje de muertes de homosexuales en los campos de concentración superó al de judíos. Así que decide buscar más información. Lo que descubre a partir de ese momento le obliga a escribir sobre aquello para tratar de poner voz a las personas que fueron silenciadas en aquel período tan oscuro.



RESEÑA: FRANCISCO VERA PUIG Y “EL NAZI OLVIDADO”: UNA PARTE DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD QUE DEBÍA SER CONTADA ASÍ.

Cuando terminas un libro, al menos a mí me pasa, hay un variado ramillete de sensaciones. A veces te inspira, otras te sobrecoge, otras te identifica, otras te deja completamente frío…Todo puede pasar y es algo lícito, porque un texto, como cualquier obra de arte, puede despertarnos algo dentro de las entrañas, quizás aquel monstruo que decía Goya, era producto de la razón o salir, simplemente, de nuestros oídos, volviendo a la tinta que encierra sus palabras, como un cuadro, esta vez, de corte onírico. En fin y sin más preámbulos innecesarios, una pieza, de lo que sea, puede llegarte al alma o pasar de largo, como aquel autobús que dejes que se marche a sabiendas de que en quince minutos va a pasar el próximo, que no te importe nada, vamos. En este caso y ahora he de escribir en letras mayúsculas, lo necesito, ESTE LIBRO ES YA, PARTE DE MI VIDA Y COMO TAL LO SIENTO Y COMO TAL LO VALORO Y LO RESPETO.

Claro que no viví el nazismo, claro que no fui represaliado político, claro que no he conocido esta parte de la historia más que por libros, películas, documentales y series de televisión. Pero a mis 37 años y teniendo suerte de haber nacido en España, he podido sentir de pequeño y de primera mano las continuas discriminaciones y vejaciones acometidas contra un colectivo al que orgullosamente pertenezco. Como homosexual, por tanto, este libro no podía dejarme indiferente, ya que toca con crudeza una parte de la historia de la que todos tendríamos que avergonzarnos. Porque cuando en los juicios de Nüremberg se juzgaron las atrocidades de los nazis e incluso mostraron dantescas imágenes de la barbarie recogidas en cámara por los americanos en los ya en ese momento abandonados campos de exterminio (en un ejercicio de tecnología punta para la época, por cierto) el propio Mariscal Goering, que luego se tomó un veneno en su celda antes de ser ahorcado y por tanto, ajusticiado por crímenes de lesa humanidad, rehúso mirar las diapositivas debido al asco que le producían. Pero sin embargo, nunca se habló de un perdón específico para los homosexuales. Se hizo con los judíos, cómo no, pero también con los europeos de todo religión, clase o cultura e incluso y lógicamente, con los gitanos y comunistas. Pero una vez más, nadie o casi nadie, porque afortunadamente ya comenzaba la lucha, alzó la voz sobre las torturas y vejaciones a las que fueron sometidas estas personas, hombres en su inmensa mayoría porque la mujer nazi era “sencillamente imposible” que fuera lesbiana. El odio de estos individuos al “diferente” era tácito y llegó, de igual forma, hasta puntos insospechados, con experimentos en post de la cura de la “desviación sexual” de la que adolecían esos “enfermos”. Una cura, como cualquier estupidez que se precie, que lo único que hacía, si acaso, era volver loco o sin identidad, al “paciente”. Una actitud ciertamente hipócrita teniendo en cuenta que uno de los máximos mandatarios del primer nazismo y mano derecha de Hitler (incluso protagonizó con él el llamado golpe de estado del Ruch del año 1922) Ernst Röhm, era un homosexual convencido, que además, no dudaba en seducir a jóvenes que quisieran subir en el escalafón del ejército. (Porque evidentemente, ser homosexual no convierte a nadie en un santo, pero al menos durante una época determinada, ya de por sí, en una víctima de estas de pecado original)

Fuera como fuese y a pesar de la sinrazón del holocausto, que no tuvo ni tendrá medida que pueda cuantificar su dolor y su grito desesperado, hay algo que es todavía más penoso y es que las heridas del pueblo, por llamarlo de alguna manera, homosexual, no fueran curadas, ni tan siquiera lamidas, jamás. Porque de todos esos gritos a los que hemos hecho referencia antes, el último en vibrar al viento a viva voz fue el de los y las transexuales y los y las homosexuales y bisexuales. Porque no sólo en España sino quizás en el mundo entero, haber cogido de la mano a tu pareja en 1985, año en el que yo nací, habría sido motivo de burla, escarnio, pelea o incluso represalias por parte de las fuerzas del orden. Porque la lucha que llevaron a cabo y que hoy nos toca a nosotros es algo que no debe olvidarse. Y es por ello por lo que este libro me toca en lo más profundo del alma y es al mismo tiempo un depresivo, porque me retrotrae a tiempos pretéritos (reitero, lógicamente no viví el nazismo pero si experiencias traumáticas que tienen que ver con el hecho en sí de la discriminación) y un bálsamo, capaz de aliviar la angustia a través de la mirada de sus heroicos y admirables protagonistas. Porque es evidente, este libro es un homenaje honesto y sincero a todos aquellos que perdieron la vida u años de vida y es también un homenaje a los que, en todas direcciones, navegaron en una peligrosa contracorriente. Contracorriente que podía haberlos engullido con facilidad, arrastrándolos a una pesadilla sin límites.

Al mismo tiempo, no deben saberlo porque nunca lo he dicho, al menos en esta modesta página que represento, pero soy un gran aficionado al nazismo y a todo lo que conlleva. Me fascina cómo es posible que un pueblo culto y refinado como era el de la república de Weimar, se tornara en tan despiadado, eje en el mundo del anti humanismo más atroz. Y me fascinan, también, los rituales, la simbología, los experimentos y las anécdotas alrededor del mal. Por tanto, cualquier cosa que tenga que ver con esta ideología, desde cualquier punto de vista aunque el mío sea el del absoluto rechazo e incluso asco, por supuesto, me ilusiona y me hace leer, escuchar o ver sin poder parar hasta el final. Esta novela no podía ser una excepción. No obstante, la terminé casi en cuanto la empecé. Aunque en eso, como acabo de decir, tiene que ver mi fascinación por Alemania y esa época concreta de la historia, lo cual, supongo, me hizo incluso wenn ein freundin hat mich gefrat, Ich habe mit ihr gelent. (cuando una amiga me lo pidió, lo aprendí con ella) ABER MEIN DEUTSCH IST NICHT PERFEKT (AUNQUE MI ALEMÁN NO ES PERFECTO)


Así que este es el libro que me habría gustado escribir a mí, honesto, sincero, atrevido, original, carismático, riguroso, sin máscaras y reivindicativo. Honesto, sincero y sin máscaras porque ese se nota perfectamente en la visión de los personajes y por tanto del artista. No hay una búsqueda, aparte del orgullo del demiurgo, claro, de trascender más allá de lo posible, sino que creo, humildemente, que más bien, pretende ser didáctica y un homenaje, en cierto modo, a tantas y tantas personas que sufrieron en su momento pero que siguen sufriendo ahora. Por tanto, yo creo que el mayor premio para este autor, además de que compren y leen su libro, por supuesto, sería que tocara conciencias y que pudiese, sobre todo, avivar la lucha y que la llama no se apagase en aquellos lugares en las que es tan tímida que incluso el chasquido improvisado de unos dedos podría matarla definitivamente. Porque este libro es ese grito del que hablaba antes, pero no callado ni ahogado en el alma, sino cantado en medio de un bosque hacia una montaña y por tanto, con eco retumbante y maravilloso.

Atrevido y original y esto es absolutamente lamentable, porque sigue siendo un tema poco recurrente en la literatura sobre el holocausto. Se han hecho novelas incluso sobre las llamadas “repobladoras de campo”, pero la homosexualidad y el nazismo sigue sin contar con su gran obra. ¿Puede ser esta quizás? Sí, sí, se han escrito libros, cómo no, y se han hecho películas, pero creo que todavía no se ha hecho ese gran homenaje, que llevado a la gran pantalla, por ejemplo, nos haga temblar de la emoción (quizás Bent pero a mí me parece descafeinada, es una opinión personal)

Carismático porque, sin lugar a dudas y esto es algo que se nota en cada párrafo y que nos podría hacer hablar largo y tendido sobre la grafología o la sociología o psicología del escritor, el autor rebosa carisma por cada poro de su piel. Sólo así se pueden construir personajes tan frágiles pero al mismo tiempo tan resolutivos, aventureros y capaces de afrontar, de forma heroica, cualquier tipo de hazaña o proeza (que en la época eran unas cuantas) Y finalmente, reivindicativo y sin repetirme absurdamente, por todo lo dicho anteriormente.

Por tanto, te invito a que disfrutes como yo de esta historia que es tan dolorosa como necesaria, tan cruda como positiva, tan distinta como parte y eje esencial de una algo que se empeñaron en no contarnos o en contarnos mal. El despertar del amor, sea como sea, el despertar de la inocencia, la lucha clandestina incansable, la vergüenza a la supervivencia, el deseo, la pasión, la locura…Todos estos sentimientos y muchos más se entrelazan en una vertiginosa aventura en la que los monstruos no aparecen de noche y como espectros, sino que siempre están ahí, ataviados con su uniforme a lo Hugo Boss.

Escrita de una manera ágil y práctica, aunque tremendamente reflexiva, con algunas imágenes y frases, dignas de elogio y sobre todo, análisis, el libro navega como un pez en el agua entre los entresijos de un lenguaje sencillo y unos diálogos certeros que le aportan a la trama un mayor dinamismo y efectividad.

Así que no te lo pienses más y agarra ahora mismo este libro que por un módico precio se puede encontrar en Amazon o cualquier otra librería física. La emoción, la aventura y el conocimiento que va a aportarte no tiene límites y sin duda, merece la pena. Porque lo que somos hoy se lo debemos a lo que fuimos ayer y si no lo conocemos, cómo no, estamos condenados a repetir nuestra historia. Para que los próximos triángulos rosados que vea el mundo sean los que porte una Drag Queen improvisada amenizando una noche cualquiera. MUCHAS GRACIAS POR TANTO CON TAN “POCO” COMO UN LIBRO. POR TANTO COMO UNA PARTE BORRADA O MINGUNEADA, DE NUESTRO MUNDO QUE NO DEBE VOLVER.

HOY PRESENTAMOS LA OBRA "EL NAZI OLVIDADO" DE FRANCISCO VERA PUIG
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