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MEDALLA DE PLATA DEL SEGUNDO CONCURSO DE POESÍA LAS CENIZAS DE WELLES (LUCHANDO CONTRA EL PAPEL EN BLANCO DE AITOR FERNÁNDEZ)

POEMA: LUCHANDO CONTRA EL PAPEL EN BLANCO.

 

Escribir, todo el tiempo escribir.

No parar de escribir aun no sabiendo qué decir.

Escribir y seguir, dejar lo escrito atrás y seguir.

Escribir ahora y después, escribir y sentir.

Decir, por ejemplo:

                                   Nubes onduladas en la madrugada

                                   como en la arena de la playa a primera hora de la mañana

                                   cuando la marea está baja.

 

Basura. Hago un bollo el papel,

lo destruyo, lo arrojo al cesto y sigo.

Hemingway decía que nadie debía

abollar sus escritos, sino dejarlos flotar amablemente

hasta que toquen suavemente el cesto.

Quien arruga sus escritos en tan solo un par de meses

estará completamente loco.

 

Leer y releer hasta el hartazgo.

Leer por placer, por vanidad.

Leer hasta caer dormido, vencido.

Leer y releer resignificando las oraciones.

Y de repente encontrar:

                                           “Mas como afirman doctores graves

                                           que tú, maestro, citas y nombras,

                                           que el hombre pasa como las naves,

                                           como las nubes, como las sombras…

 

¡Ay¡ Amado Nervo, Amado Verbo.

Si habrás leído antiguos sonetos.

Oscuras referencias de otras épocas.

Bellas imágenes de otros tiempos.

 

Leer, escribir, releer, leer y escribir.

Leer y perderse. Escribir y marearse.

Releer y abstraerse. Pensar y detenerse.

Leer, escribir, releer, leer y escribir.

 

Hacer literatura a aquella mujer.

Hacer de aquella mujer literatura.

Escribir las tristezas y seguir.

Escribir las amarguras y seguir.

 

Escribir sobre diosas y mancillarlas.

Escribir sobre chicas alegres y divinizarlas.

¿Quién me salvará la locura por leer?

Quizás las mujeres alegres me puedan comprender.

 

¿Quién me salvará la locura por escribir?

Nadie. No lo permitiré. Esta demencia

es la más sana que alguna vez tendré

Qué importa si no me pueden comprender.

 

Escribir y reescribir. Dejarlo atrás y seguir.

No pensar en lo que ya escribí.

Sentirse enfermo por no escribir

y vomitar de golpe mil colibrís.  


RESEÑA: AITOR FERNÁNDEZ: POETA URBANO

 

Hace muy poco tuve la oportunidad de reseñar otra poesía de este autor y ya en aquel momento me sentí maravillado y al mismo tiempo sorprendido. Lo digo sin tapujos y sin vergüenza, pues a pesar de la magnificencia de sus letras, no había reparado mucho ni en él…ni tampoco en ellas...(lo de los tres puntos en cascada lo subrayo porque sé que no le gustan mucho jeje) Y eso que al chico, no sé por qué, siempre he debido de caerle en gracia, ya que camina a mi lado desde que comencé esta locura literaria. Sin embargo, gustar o no de mi trabajo no significa, en absoluto, ser bueno con la pluma y de ahí, señores míos, la sorpresa. Una sorpresa que se traduce, como poeta callejero, en arte urbano revestido de desgarro, locura, desenfreno y amor…Por tanto, así sólo puedo darle las gracias por su fidelidad y su infinito talento.

 

Y es que cuando me sumergí en el poema que envió al concurso (uno de los primeros) supe enseguida que estaría en el pódium y eso que aún quedaban más de noventa escritos y miles de versos que leer. ¿Cómo lo supe entonces? Pues muy sencillo, porque había originalidad, sentimiento, pasión y algo mágico y placentero, un buen uso de los recursos estilísticos, una genial estructura y un equilibrio tremendamente acertado. De esta forma  y sin fisuras, para mí, caballo ganador, lástima que hubiera un rey que escribiera en gallego entre él y su premio. Obstáculo que sin embargo no me impide decirle con mayúsculas VOS TAMBIÉN HAS GANADO ESTE AÑO COMPAÑERO  Y HAS SIDO CAPAZ DE SALTAR CUALQUIER TIPO DE BARRERA PARA CONSEGUIRLO.

 

Fueron pasando uno tras otro los noventa escritos y voila, una sorpresa añadida, (bueno, quizás no tanto, como dije anteriormente) pero a pesar de  lo enorme de muchos de ellos, todavía seguía  éste, brillando y destellando en mi cabeza como los golpes de un martillo seco. Pues considero, es un poema tan único que te atrapa desde el comienzo y que te envuelve de tal manera, que te hace reflexionar sin casi pretenderlo. Como cuando se ama, que no te das cuenta.

 

En definitiva, alta literatura para cerrar un año que ha sido realmente fructífero. Un poema que espero, no sea el último de él que pase por esta plataforma. INFINITAS GRACIAS, AMIGO.

MEDALLA DE PLATA DEL SEGUNDO CONCURSO DE POESÍA LAS CENIZAS DE WELLES (LUCHANDO CONTRA EL PAPEL EN BLANCO DE AITOR FERNÁNDEZ)
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