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ARIEL HERNÁNDEZ: REALIDAD, SUGESTIÓN O CASUALIDAD.

Actualizado: 24 oct 2023



Quiero contar esta anécdota porque cada vez que la relato parece un tanto inverosímil o que estoy algo loco o disminuido de mis facultades o simplemente sugestionado. Entonces voy a ordenar y contar de la mejor manera posible los hechos que dan forma a esta experiencia paranormal que es de una realidad tan tangible como lo es observar el horizonte o cualquier otro fenómeno de la vida cotidiana.

En mi ciudad tenemos varios bosques o lo que llamamos bosques, algunos son simplemente fracciones de manzanas esparcidas aquí y allá por la ciudad, luego tenemos los bosques que comprenden un tamaño de tres, cinco, incluso ocho manzanas. Uno de estos últimos es el casco histórico y fundacional de la ciudad, repleto de mitos inverosímiles, pero en su mayoría reales, y los mitos verosímiles completamente falsos. A que grupo corresponde mi historia es algo que el lector juzgará.

En una cálida tarde de principios de invierno nos encontrábamos con unos amigos caminando por los lugares menos concurridos de dicho bosque en espacios frondosos y laberinticos, en busca de un lugar tranquilo con sol para fumar.

Ya sentados una amiga nota una piedra bastante añosa con una inscripción ilegible.

Estas piedras no eran más que señalizaciones que advertían al visitante de los nombres de la planta o árbol a la que estaban próximas.

Pero mi amiga al no poder descifrar las palabras, que correspondían al renglón en latín, único renglón apenas visible, por lo desgastado de los años y la intemperie, empezó a sentirse incomoda. A lo que un amigo, que la miraba con algo de gracia, ni lento ni perezoso, comenzó a relatarle una historia de una adolecente, descendiente del padre fundador, que fue brutalmente asesinada, colgada por el cuello toda una noche, en ese mismo bosque, y luego enterrada en las inmediaciones debajo de uno de aquellos letreros como lapida.

Cabe destacar que ese cartel era uno de los pocos carteles ilegibles, porque simplemente pertenecía a una generación más antigua de señalizaciones.

Algunos días después, no habían pasado semanas siquiera, volví al bosque con otro grupo de amigos, esta vez de madrugada como acostumbrábamos hacerlo. Decidimos ir a la “Matera”, quizás con la intención de hacer un fuego para calentarnos, ya que era una noche ventosa y fría.

La “Matera” no es más que un suelo circular de ladrillos en medio de aquel bosque, con una chimenea u hogar en uno de sus bordes y un techo de tejas en forma de cono sostenido por unas columnas de madera, si bien resistentes, algo delgadas, donde el fundador de la ciudad seguramente pasaba las tardes mateando o quizás usaba el lugar como quincho, no se sabe a ciencia cierta.

Esa noche no tenía nada de particular, nada fuera de lo común, era la misma noche como tantas otras noches; charlas banales, chistes hirientes, típicos de los buenos amigos, el humo para la imaginación y el vino para la palabra y el frio.

Seríamos unas siete personas. Cuando ya hacía un buen rato que estábamos charlando animadamente uno de los presentes, algo alarmado, pidió silencio, chistando y repitiendo: “¿Escucharon eso?”

Debo reconocer que yo no escuché nada, mientras que el grupo estaba completamente confundido. Alguien creía haber escuchado pasos, otros, ramas moviéndose, uno mencionó las piñas cayendo de los árboles y es en esa confusión en la que el grupo se dispersó. Cada uno salió hacia un lado distinto, seguros de encontrar la fuente de ese sonido que no podían identificar.

Yo que nada había escuchado, pensé: “locos, no puede ser que les pegue tanto”.

Pero a los dos minutos de encontrarme completamente solo en la “Matera” descubrí algo que, debo admitir, me sorprendió y me asusto. Me descubrí en completo silencio. No se escuchaban ni las voces ni los pasos ni los cuerpos intentando atravesar las malezas ni siquiera se escuchaban los silbidos de mis amigos y ése no era el único silencio, había callado el mar, hasta ese momento furioso, había callado el viento invernal y con el habían callado las ramas y hojas de los árboles.

Entonces, desconcertado, puse un pie fuera de la “Matera” y fue en ese momento que la vi. A unos cuarenta metros de distancia, a unos quince metros del suelo, colgada del cuello por una gruesa soga estaba una hermosa hermosa mujer de no más de veinte años, acaricida por el viento silencioso, pálida y bella como la luna y como la luna irradiaba un tenue brillo. Llevaba unos de esos camisones o salto de cama que se llevaban en otra época o en esas películas yankees, tenía los pies desnudos, una cabellera dorada que le llegaba casi a la cintura como usaban las niñas de otras generaciones. Toda ella era de otro tiempo. No puedo relatar el miedo que me abraso.

A pesar de la terrible y triste imagen llena de muerte, ese fantasma no había perdido la inmensa belleza que alguna vez tuvo en vida esa hermosa mujer.

No habiendo pasado un minuto siquiera, los sonidos comenzaron a volver lenta y suavemente, sigo contemplándola, con miedo, con intriga, con escalofríos, pero también admirando la extraña belleza que despedía y voy advirtiendo los pasos que se acercan de un amigo que me dice: “¿Que mirás, colgado?”. Giro para verlo, señalo aquel árbol de altura prodigiosa y cuando los dos fijamos la vista en esa dirección, nada. La imagen ya no estaba. Como sincronizado, el grupo fue emergiendo de distintos lugares.

Guardé el suceso para mí, me creí por un momento sugestionado. Porque a pesar de que soy creyente, no soy un fanático que anda cazando hechos paranormales. Algún tiempo después, más calmado, intenté relatar el hecho a distintos amigos y conocidos. Todos escépticos.

Y ésta anécdota podría culminar acá, dejando al lector la tarea de creer o no. Pero he aquí lo extraordinario de mi relato. Unos catorce años después volví al casco histórico, esta vez no como visitante ocioso, sino como Licenciado en conservación y restauración de bienes culturales para ocupar un puesto que la museóloga del lugar había exigido al municipio de la ciudad de manera enérgica.

Comencé mi labor en el archivo histórico clasificando, fechando y rotulando correspondencia del padre fundador, lo cual me llevo un par de meses. En el transcurso de ese tiempo note que los carteles y señalizaciones habían desaparecido, la flora general del bosque había mermado y la “Matera” había sido atacada por un vandalismo salvaje.

Al tiempo fui trasladado a la fototeca, un archivo de imágenes colosal. Donde luego de cientos, quizás miles de fotos, la encontré a ella en una foto de más de cincuenta años. Un retrato de una reunión familiar y entre una docena de personas, ahí, a la derecha, ella, sonriente, joven, viva. La prueba de que no había alucinado. Mi fantasma existió.

Y es así que los días no han vuelto a ser coloridos y fulgurantes para mí. Definitivamente ya no soy el mismo y no volveré jamás a ser el que era. Un halo de penumbra me acompaña desde entonces. La prueba tangible de lo paranormal.







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24件のコメント


Beratina Merida
Beratina Merida
2022年6月08日

Ciertamente no es tan terrorrifica pero no importa porque disfrute la narración. Le pongo un 9

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lascenizasdewelles
lascenizasdewelles
2022年6月08日
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Perfecto, voto contabilizado!!!

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Eylo Márquez
2022年6月04日

Muy buen relato. Original, delicado y bien escrito. Le doy un 10

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lascenizasdewelles
lascenizasdewelles
2022年6月06日
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Perfecto, voto contabilizado!!!

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Diana Solver
Diana Solver
2022年6月02日

Me encantó su forma de narrar, hay partes muy poéticas. Se mantiene el hilo interesante y el final fue bien estructurado. Un 9

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lascenizasdewelles
lascenizasdewelles
2022年6月06日
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Perfecto, voto contabilizado!!!

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不明なメンバー
2022年6月02日

Demasiado simple y nada bien escrito El autor necesita hacer una revisión CD Le otorgo cuatro puntos.

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Ariel Hernández
2022年6月08日
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Carmen, ¿me dirias que es CD? Gracias por tu tiempo, tu comentario y los puntos.

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不明なメンバー
2022年5月29日

Realidad, sugestión o casualidad: otro relato de excelente factura. Mi calificación es un 10 ¿para qué agregar más?

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lascenizasdewelles
lascenizasdewelles
2022年5月29日
返信先

Hombre Eduardo, lo cierto es que sí que habría que agregar más, pero en vista de que votas mucho y de que en algunas votaciones das opiniones más explícitas, voy a dar por bueno el voto. Contabilizado!!!

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